En los primeros countries, las viviendas respondían, en la mayoría de los casos, a las características de la casa de fin de semana. Esto llevó a muchos arquitectos y diseñadores de interiores a utilizar materiales que requerían poco mantenimiento y que eran adecuados a las necesidades de un uso transitorio. Los pisos no fueron ajenos a esta tendencia y se recurrió por ello a diferentes tipos de materiales cerámicos.

Para sobrellevar las bajas temperatura de los meses invernales se utilizaban alfombras en la recepción y moquette en los dormitorios. 


Transformación
Hoy en día, aquellas casas utilizadas por las familias en forma esporádica, se transformaron en viviendas permanentes y esta nueva función influyó directamente en la decoración interior. 

El piso, además de ser práctico, tenía que recobrar su protagonismo en la ambientación y comenzaron a resurgir los de madera, en forma de entarugados (generalmente de pinotea) en las dependencias privadas, y otros tipos de madera y diseños de parquet en la recepción y salas de estar.

Además, nuevas técnicas de procesamiento de las maderas, que le agregan una resistencia y durabilidad extras a las propiedades naturales, ampliaron las posibilidades de elección respecto del brillo y textura. La presentación de los productos no es un tema menor y hoy en día se pueden encontrar espesores de 8 a 10 milímetros de gran resistencia con los agregados que son fáciles de limpiar, ecológicos, acústicos y térmicos.